miércoles, 31 de agosto de 2011

La soledad pasa a saludar los fines de semana.


La soledad pasa a saludar los fines de semana, la vida ajetreada que tengo en el trabajo no llega al grado de invadir mi vida privada.
El cigarrillo sigue consumiéndose mientras pierdo la mirada en la replica de una pintura renacentista que me regaló un ente de mi pasado, un fantasma que ronda por las paredes de lo que antes fue mi corazón.
No puedo pedir más o al menos eso es lo que dice la gente cada vez que me ve bajar de mi automóvil último modelo, me consideran una mujer de éxito y de ‘mundo’… ¡ja!... si en verdad supieran que me hace falta lo más sencillo del mundo, lo más elemental y hermoso.
Las juntas y reuniones del trabajo absorben la mayor parte de mi tiempo ‘libre’ entre semana, pero los fines de semana, lejos de tenerlos ocupados con fiestas y cócteles, simplemente me encierro en el departamento que alguna vez soñamos con compartir y que solamente se quedó como una ilusión más.
La despensa suelo comprarla los viernes, como solíamos hacerlo cuando estabas a mi lado, cada quince días compro flores que mueren en el pasillo, nunca las logro poner en el florero que me obsequiaste, pues deseo dártelas, entregarte a diario un gran ramo de flores, agradecerte con ellas la bendición que eras al despertar a mi lado, ver esos ojos esmeralda descansar a mi lado.
No me importaba abandonar a la familia que me había dado todo con tal de estar a tu lado…pero pareciera que eso el destino no lo reconoció, simplemente me alejo de tu lado o te alejo del mío.
Cada 15 de mes acostumbro a ir a esa cafetería donde nos encontramos la primera vez, tú eras en ese entonces una estudiante de 7mo semestre de Psicología Social, yo una simple pasante de Contaduría. Las cosas se fueron dando y al final del día terminamos tomándonos un capuchino y platicando de nuestros deslices amorosos.
El esfuerzo que hacías para terminar la carrera que habías elegido desde que estabas en la secundaria y tu trabajo de medio tiempo hacían que cada vez me enamorara más de ti, tú una mujer sumamente fuerte, decidida a enfrentar lo que viniera para lograr su sueño. Por mi parte se trataba de un ser que simplemente deseaba vivir llena de lujos, sin preocupaciones y con las comodidades que se podía aspirar mientras las puedes disfrutar.
Después de ese encuentro nos seguimos frecuentando, siempre en esa cafetería y siempre el 15 de cada mes, nunca faltó en mis manos una rosa y en tus labios un beso robado.

domingo, 7 de agosto de 2011

Nuevas noticias...nuevos compromisos

Las dificultades siempre estarán presentes en nuestras vidas, los miedos serán parte de las experiencias futuras. No podremos evitar sufrir por diferentes factores, reír por otros tantos, pero mientras nos tengamos el uno al otro no tenemos que temer a la soledad ni a la oscuridad, nuestra compañía es más que suficiente para poder convertirnos en dos fuertes seres que soportaran toda clase de problemas y dificultades, pues aunque estemos separados por momentos, el corazón de uno, estará en el otro, y el corazón de éste en aquél.


No te garantizo tener siempre tiempos de abundancia ni de felicidad, pero te juro que estaré a tu lado por siempre, no importando a lo que nos enfrentemos, sabré confiar en tus miedos y debilidades, pero también comprenderé tus sueños y alucines.

La respuesta ha sido dada, el corazón fue dado en garantía, ahora solo falta concluir ciertas fantasías.




Amanecer en La Entrega, Huatulco-Oaxaca 
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