Hace 40 días mi abuelo partió de este mundo terrenal, sé que su cuerpo físico está allá dónde nació, el dolor ha disminuido un poco, tan sólo un poco, mover cosas, acomodar objetos y enfrentarse con su guitarra y sombrero a diario me oprime mi corazón, pero también me recuerda la promesa que me hice, me recuerda que debo de cumplir mi misión y seguir adelante, convertirme en un excelente ser humano, seguir sus pasos, tomar en cuenta los consejos que en su momento me dejó y disfrutar de lo que me obsequio en vida.
Gracias por ser mi abuelo, gracias por la familia que me brindaste, gracias por la hija que tuviste, porque es la mejor madre que me pudo haber tocado, gracias por los principios que le diste por que son los mismos que tengo, gracias por preocuparte por nosotras, gracias por ser de Oaxaca, gracias por tu amor.
No me pidan que me recupere de este golpe, porque conforme se acerca Febrero mi tristeza aumentará, mi desilusión será más grande conforme el 21 de Febrero llegue, porque será un año más sin mi Maleca, sin ella...
Allá por 1994 |
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