El rítmico golpeteo de las gotas de lluvia me arrullaron mientras espero tu llegada, quedamos de vernos en el café de siempre, el tintineo de las tazas humeantes de café hacen la perfecta armonía con las gotas de lluvia.
Se acerca un mesero, sonriendo me pregunta si puede tomarme la orden, contesto que esperare un poco más.
Pasa media hora...una hora...no respondes el celular y en casa no saben de ti desde la mañana, preocupada me levanto y me dirijo a la puerta del establecimiento a esperarte, pareciera que la lluvia no dejara en paz a la ciudad. Empiezo a rememorar como nos conocimos, fue ahí mismo, con una lluvia bastante parecida, solamente que en aquellos momentos me encontraba esperando a mi asesor de tesis, llegaron juntos, mi asesor me saludo efusivamente y te presento como otro tesista, solamente que tú eras de posgrado.
Intercambiamos puntos de vista hasta las 3 de la madrugada, que nos avisaron que el lugar iba a cerrar, amablemente me llevaron a casa y desde entonces nos frecuentábamos para internarnos más en nuestros temas de investigación y tener una charla amena sobre nuestros avances de tesis. Al año nos hicimos novios, y es así como hemos pasado estos tres últimos años.
Hoy en la mañana me has marcado para decirme que necesitas hablar conmigo de algo muy importante, me comentas que es sobre el doctorado y una posible beca, pero que deseas saber mi opinión.
Tu demora me pone más nerviosa, pero deseo pensar que es debido a la lluvia y al transito que se hace en las calles de nuestra ciudad.
Mi celular empieza a vibrar, contesto inmediatamente sin reparar en el número, escucho tu voz preocupada disculpándose, pero esta tarde no podrás verme, debido a que la decisión la tomaste escuchando el consejo de tus padres y de una colega que te marco a tiempo, deseabas compartirlo conmigo, pero crees que lo mejor es aceptar la propuesta.
En mi silencio, me encuentro consternada, no deseaba saber lo que me dirías a continuación, me senté en los sillones del lobby del café, temerosa de que mis piernas se doblaran al saber la noticia: Te irías tres años a hacer tu especialización, necesitabas tiempo...el vuelo salía dentro de dos días.
Nos despedimos...salí del café sin rumbo fijo, la lluvia mojo mi ropa, mi cabello se pego a mi cara y no lo sentía, camine por las calles de esta gran ciudad, camine por las calles que alguna vez me vieron sonreír tomada de tu mano...
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